NGC 6729, nebulosa de formación estelar.

Una dramática formación estelar en detalle.
NGC 6729.
Crédito: ESO/ Sergey Stepanenko

Estrellas recién nacidas causan estragos en su entorno.
Una nueva imagen del Very Large Telescope de ESO en cerro Paranal en Chile, muestra con gran detalle el dramático efecto causado por las estrellas recién nacidas sobre el gas y el polvo del que se han formado. Si bien las estrellas en sí no son visibles, el material eyectado por ellas está chocando con el gas y las nubes de polvo circundantes, creando un paisaje surrealista de arcos incandescentes, manchas y relámpagos.

La zona de formación de estrellas NGC 6729 es parte de una de las maternidades estelares más cercanas a la Tierra y, por lo tanto, una de las mas estudiadas. Esta nueva imagen del Very Large Telescope de ESO, en la Región de Antofagasta en Chile, muestra con gran detalle una parte de esta extraña y fascinante región. Los datos fueron obtenidos del archivo de ESO por Sergey Stepanenko como parte del concurso Tesoros Escondidos [1]. La imagen de Sergey de NGC 6729 obtuvo el tercer lugar en este concurso.

El instrumento FORS1 en la UT 1 del VLT.
Crédito: ESO.



Las estrellas se forman en el interior de nubes moleculares y las primeras etapas de su desarrollo no pueden ser observadas con telescopios ópticos debido a que el polvo oscurece la visión. En la parte superior izquierda de esta imagen hay estrellas muy jóvenes. Si bien no se pueden ver directamente, los estragos que han causado en su entorno dominan la foto. El material eyectado por las estrellas recién nacidas viaja a velocidades de hasta un millón de kilómetros por hora, colisionando con el gas circundante y creando ondas expansivas. Estas colisiones hacen que el gas brille, lo que genera los coloridos y brillantes arcos y manchas conocidos como objetos Herbig–Haro [2].

En esta imagen, los objetos Herbig–Haro forman dos líneas que señalan la probable dirección del material eyectado. Una se extiende desde la parte superior izquierda hasta la parte central inferior, donde se encuentra un brillante grupo circular de manchas y arcos incandescentes. La brillante y peculiar figura con forma de cimitarra que se observa en la parte superior izquierda, probablemente es causada por luz estelar reflejada en el polvo y no corresponde a un objeto Herbig–Haro.

Esta fotografía de colores realzados [3] fue creada a partir de imágenes obtenidas con el instrumento FORS1 del Very Large Telescope de ESO. La imágenes fueron tomadas a través de dos filtros diferentes que aíslan la luz proveniente del hidrógeno incandescente (de color anaranjado) y sulfuro ionizado incandescente (de color azulado). Los diferentes colores en las diferentes partes de esta violenta región de formación estelar representan diferentes condiciones, por ejemplo, en las zonas donde el sulfuro ionizado es más brillante (figuras azuladas) la velocidad de las colisiones de material es relativamente baja, y ayudan a los astrónomos a descifrar lo que ocurre en esta dramática escena.

Notas.
Mapa estelar donde se muestra la ubicación de NGC 6729 y
alrededores en un circulo rojo.
Crédito: ESO, IAU and Sky & Telescope.



[1] El concurso Tesoros Escondidos de ESO 2010 fue una oportunidad para que astrónomos aficionados se adentraran en los vastos archivos de datos astronómicos, con el objetivo de encontrar una gema escondida que necesitaba ser pulida. Se recibieron cerca de 100 postulaciones y diez talentosos participantes obtuvieron atractivos premios, incluyendo para el primer lugar un viaje con todos los gastos pagados al Very Large Telescope de ESO en Cerro Paranal, en la Región de Antofagasta en Chile, el telescopio óptico más avanzado del mundo. Los diez ganadores presentaron un total de 20 imágenes que fueron calificadas como las mejores de las casi 100 imágenes recibidas.

[2] Los astrónomos George Herbig y Guillermo Haro no fueron los primeros en observar los objetos que ahora llevan sus nombres, pero fueron los primeros en estudiar detalladamente el espectro de estos extraños objetos. Se dieron cuenta de que no eran solo concentraciones de gas y polvo que reflejan luz, o que brillan debido a la luz ultravioleta que proviene de las estrellas jóvenes, sino que se trataba de una nueva clase de objetos asociados con material eyectado en regiones de formación estelar.

[3] Tanto el sulfuro ionizado como los átomos de hidrógeno en esta nebulosa emiten luz roja. Para diferenciarlos, las emisiones de sulfuro han sido coloreadas de azul en la imagen.

Información adicional.
ESO.


ESO, el Observatorio Europeo Austral, es la principal organización astronómica intergubernamental en Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Es apoyado por 15 países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa enfocado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también cumple un rol principal en promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera tres sitios únicos de observación de clase mundial en Chile: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en desarrollo. ESO está actualmente planificando el European Extremely Large Telescope, E-ELT, el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 42 metros de diámetro, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo en el cielo”.

El artículo científico lo puede encontrar en línea aquí.

Publicado en ESO el 16 de marzo del 2.011.

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